viernes, 18 de mayo de 2012

ARTÍCULO, ¿Qué hacer con el Mototaxismo?



>Colombia es después de Brasil el país con más motocicletas en América Latina, con cerca de dos millones y medios de estos vehículos, la mitad de ellos son utilizados para el mototaxismo, según min transporte<

Levantarse todos los días a las cinco de la mañana se ha convertido en el diario vivir de Sofía Quiñones, quien alista a sus dos hijos de 13 y 10 años para el colegio, faltando diez minutos para las seis ella los embarca en un mototaxi que le cobra dos mil pesos por llevar a sus hijos hasta la puerta del colegio. Después de todo el ajetreo, ella se alista para salir a trabajar en un restaurante del mercado público, el reloj marca las siete y sale apresurada por que hoy se le hizo tarde, en la esquina de su cuadra la espera el mismo mototaxista que lleva a  sus hijos al colegio, se coloca el casco que le da el conductor del velocípedo y arrancan por la avenida circunvalar.
“Si no fuera por los mototaxis, no sé cómo irían mis hijos al colegio y yo a mi trabajo, a este muchacho lo conozco hace un año y ya me es de confianza, le pago diariamente 4 mil pesos”, agrega mientras comenta que en el sector El, donde reside, no hay servicio de transporte público, “solo pasa la buseta por la avenida circunvalar pero en horas pico, señala, los mototaxistas han sido de mucha ayuda para este sector y todos los que quedan apartados de la ciudad”.
Y es que como este hay otros casos en los cuales el mototaxismo se ha convertido en “transporte público” para muchas personas, ya sea por su agilidad, su precio o porque llegan a sitios en donde no entran las busetas de transporte público, lo cierto es que este medio de transporte informal ha sido aceptado por gran parte de la población ocañera. Según cifras de la secretaría de tránsito, en la ciudad existen cerca de  veinte dos mil motocicletas, de las cuales unas cuatro mil se dedican al llamado mototaxismo. Para esta entidad, no se puede ejercer un control sobre la compra de motos porque las personas son libres de comprar, la libre oferta y demanda de estos vehículos son libres de hacerse, no hay ninguna reglamentación en el país que exija un control sobre la compra de estos vehículos.
Ocaña tampoco cuenta con un control de circulación de estos vehículos, es decir no se ha realizado un estudio serio para saber si la ciudad está capacitada para tener tantas motos en sus calles. Pero no hace falta saber que ya la ciudad se ve saturada de tantas motocicletas, las calles son relativamente estrechas y junto con los carros a veces se vuelve imposible andar, y ni que decir para los peatones, quienes ni siquiera tienen un espacio por donde transitar tranquilamente como es el derecho de todo ciudadano. Para el gerente de Espo, el ingeniero de vías Eudomar Páez, la ciudad no cuenta con la malla vial necesaria para una población De más de cien mil habitantes, manifiesta que desafortunadamente el problema de las motos  se ha salido de las manos de los gobernantes. En este punto quiero hacer énfasis, puesto que el gobierno nacional no ha tomado las medidas necesarias para enfrentar el problema del mototaxismo como un problema social, dejándole todo a los gobiernos municipales quienes se ven afrontados con este  tema tan complicado y a veces se toman las medidas sin contar con un estudio para ello, por ejemplo la restricción a motocicletas ha traído inconvenientes en la ciudad de Ocaña, las personas que trabajan de mototaxistas tienden a bloquear las vías de la ciudad, argumentando abusos con la policía, agravándose a un más esta delicada situación, pues todos salen perjudicados y la ciudad se paraliza por el bloqueo de sus vías principales. El gobierno nacional debe otorgar facultades de acción a los gobiernos municipales, estas deben ir enfocadas hacia una contabilización de cuantas personas se dedican a esta labor, realizar un cuestionario en donde se indague por qué razón se dedica al mototaxismo, que hacía antes, cuánto se gana en el día una persona, cuántas motocicletas tiene, es decir tener una base de datos estructurada qué permita conocer la raíz de este transporte informal, para luego generar propuestas con ideas reales que permitan solucionar los problemas sociales de estas personas, quienes tienen derecho a trabajar, pero también deben cumplir obligaciones como todos los demás.
Esto se debe hacer cuanto antes y no esperar a que el problema se salga de las manos como ya lo estamo viento en todo el país, la medida tomada en Barranquilla es un claro ejemplo de tomar acciones contundentes, aunque en cierta forma, los gobernantes creen que conseguir cincuenta mil puestos de trabajo de un momento a otro es cuestión de tiempo, pero qué hacer mientras se Está desempleado?, esta pregunta valdría hacérsela al alcalde de Barranquilla, y ahora con las elecciones regionales de octubre más de uno se echa la mano al bolsillo a miles de incautos quienes le dan su apoyo y luego no reciben sino la indiferencia de quienes suben al poder. Hay que entender que todos tenemos derecho al trabajo, pero también debemos cumplir con deberes, el mototaxismo es claro ejemplo de la ausencia del Estado en muchos aspectos sociales en nuestro país, la falta de oportunidades de empleo, y de buen manejo de programas sociales que debieran atender problemas más reales como este. Se cree que el mototaxismo en el país genera seiscientos mil puestos de trabajo, y en Ocaña cerca de cuatro mil personas viven de este oficio. Este complicado tema se ha vuelto una encrucijada social para Ocaña, la ciudad ha tomado medidas para restringir la circulación de motocicletas aunque con ciertos inconvenientes esta no es la verdadera solución, tiene que existir una reglamentación y plan social por parte del gobierno nacional para que los municipios atiendan acertadamente los problemas que se presenten. En todo caso, el mototaxismo es causa de la miseria, del abandono, de la falta de oportunidades, Ocaña como punto estratégico ha recibido muchos desplazados que vienen a buscar mejor suerte en la ciudad, y así como estos casos hay muchos, de los cuales el mototaxismo ha nacido para tal vez suplir las necesidades básicas de todo ser humano. Aquí lo que tiene que hacerse es que estas personas sean integradas al aparato productivo de la región, para que económicamente todos nos beneficiemos, sino es así, no esperemos sino parálisis en las vías y enfrentamientos con la fuerza  pública.


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